El Gobierno de El Salvador, bajo la administración del presidente Nayib Bukele, ha presentado una solicitud ante la Asamblea Legislativa para obtener un nuevo préstamo por un monto de $120 millones con el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF). Según la iniciativa, estos fondos estarán dirigidos a financiar el “Programa de Mejora de la Atención de Salud en El Salvador”, cuyo objetivo principal es mejorar el acceso a los servicios de salud pública, fortalecer la infraestructura, renovar el equipamiento y capacitar al personal de salud.

El préstamo, que se ejecutará durante un plazo de 25 años con un período de gracia de cuatro años y seis meses antes de comenzar a amortizar el pago, busca no solo optimizar la capacidad operativa del Ministerio de Salud, sino también preparar al sistema sanitario para enfrentar posibles emergencias futuras. 

Esta medida se enmarca en los esfuerzos del Gobierno por garantizar una atención médica de calidad, como parte de su compromiso de elevar los estándares del sistema público de salud al nivel de los servicios privados, según declaraciones oficiales previas.

No es la primera vez que el Gobierno salvadoreño recurre al BIRF para financiar proyectos estratégicos. Entre 2021 y 2024, El Salvador ha adquirido un total de ocho préstamos con esta entidad por un monto acumulado de $1,250 millones. 

Estos recursos se han destinado a diversas iniciativas, incluyendo programas de respuesta a la pandemia por COVID-19, proyectos de educación como Crecer y Aprender Juntos, desarrollo de infraestructura resiliente y apoyo a la economía local. Este historial refleja una estrategia de endeudamiento destinada a fortalecer sectores clave como la salud, la educación y la infraestructura.

El Programa de Mejora de la Atención de Salud se alinea con los esfuerzos anteriores del Gobierno, que han incluido inversiones significativas en la modernización de hospitales, la adquisición de equipamiento de última generación (como angiógrafos y ambulancias de cuidados intensivos) y la expansión de servicios como la telesalud y el Sistema de Emergencias Médicas. 

Según datos oficiales, el presupuesto para salud pública en los últimos años ha alcanzado un 6.9% del Producto Interno Bruto (PIB), superando las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo que demuestra un enfoque prioritario en este sector.

Sin embargo, esta nueva solicitud de préstamo ha generado debate. Algunos sectores han expresado preocupación por el creciente nivel de deuda pública, que, según reportes, ascendió a más de $20,000 millones en 2023, incluyendo compromisos con fondos de pensiones. A pesar de ello, el Gobierno asegura que estas inversiones son esenciales para garantizar el bienestar de la población y cumplir con metas a largo plazo, como la creación de un sistema de salud integral de clase mundial para el año 2025.

La Asamblea Legislativa, dominada por una mayoría oficialista, será la encargada de aprobar o rechazar esta solicitud. Si se autoriza, los fondos se sumarían a otros préstamos recientes, como los $500 millones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y los $120 millones adicionales del Banco Mundial aprobados en marzo de 2025, destinados también a proyectos de sostenibilidad macroeconómica y salud.

Esta iniciativa refleja el compromiso del Gobierno de Nayib Bukele con la mejora continua de los servicios públicos, aunque también pone de manifiesto la necesidad de equilibrar el crecimiento de la deuda con la sostenibilidad fiscal. Para más detalles sobre el impacto de estos préstamos y las políticas de salud en El Salvador, se recomienda seguir las actualizaciones oficiales y los debates legislativos.

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